Siempre me ha llamado la atención los Barcos varados, semi abandonados en imnumerables playas españolas.
Barcos que supriran a la orilla de lo que un dia fue su que hacer diario, navager por el mar, y hay se quedan dia tras dia, mirando al mar y esperando volver a ser utiles, a navegar, a surcar los mares combatiendo a las olas y sintiendose libres.
Un dia y otro dia y otro dia, pero el dia nunca llega, buscan y buscan la oportunidad de volver a hacerse a la mar, ellos saben que todavia son utiles y que tienen mucho que aportar, pero no encuentran consuelo.
Cae el sol sobre ellos un dia mas, y solo les queda la esperaza de que quizas mañana sea el dia, quizas mañana alguien les de una oportunidad, quizas mañana vuelvan a ser utiles, a navegar, a sentir el golpear de las olas sobre su casco, y con esta esperanza cierran los ojos y se duermen, esperando soñar con una vida mejor.
Asi se sienten mas de 5 millones de personas en España cada dia, como estos barcos varados a los que nadie parece hacer caso.
Un dia y otro dia y otro dia, pero el dia nunca llega, buscan y buscan la oportunidad de volver a hacerse a la mar, ellos saben que todavia son utiles y que tienen mucho que aportar, pero no encuentran consuelo.
Cae el sol sobre ellos un dia mas, y solo les queda la esperaza de que quizas mañana sea el dia, quizas mañana alguien les de una oportunidad, quizas mañana vuelvan a ser utiles, a navegar, a sentir el golpear de las olas sobre su casco, y con esta esperanza cierran los ojos y se duermen, esperando soñar con una vida mejor.
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